El timo del constructor.

Es un cuento, un timo, como el de la estampita.

Se llama el timo del constructor. ( De la vida real)

Érase un pobre pero honrado trabajador (que llamaremos Juan) que a base de
poner jardines en los hoteles y ahorrar lo que no podía gastar, porque no tenía
tiempo, se compró una parcela en Costa Teguise de 1000 metros para
hacerse la casa de sus sueños. Sabía que sería algo duro, sus padres de
Haría, le habían enseñado a no tirar la comida, a racionar el agua, a trabajar
duro. Pero él, incansable, compro una parcela en el año 2004, por 200.000
euros.





Orgulloso, enseñó la parcela a diestro y siniestro, llena de
piedras y algún conejo.





Entonces decidió edificarse la casa de sus sueños y topó con
un arquitecto que le prometió que sería tirado hacerse la casa de sus sueños.
Su fama local, le llevó a contratar sus servicios y la de una aparejadora que “trabajaba”
en su despacho.





Además el trato era que ellos ya conocían a un constructor que por cuatro duros
le haría la casa.





El constructor uno de los muchos, también era beneficiario
de los “trabajos” del despacho técnico.





Hasta aquí todo eran
planes. El buen Juan se hipoteco en 300.000 euros que era el presupuesto
de obra y la obra, con muchos problemas (silencio administrativo, faltaría mas),
comenzó.





La obra empezó y rápidamente se vieron cuatro columnas de
hormigón y Juan vio como el constructor se compraba un Toyota Land Cruiser de
los caros carísimos. Se alegro que le fuera bien, pero se quedo algo inquieto.





A Juan le empezaron a
caer certificaciones de obra que firmaba la aparejadora “trabajillos” y el
arquitecto. Aquello le empezó a mosquear y cuando se acabaron los tabiques se había
certificado el 70% de la obra. Esto va mal pensó. Cuando pidió una reunión con
los tres. El arquitecto renunció, la aparejadora “trabajillos” también, y el
constructor dijo que se iba de la obra si no se ampliaba el presupuesto a
450.000 euros. Juan se temió lo peor. La obra ejecutada no era ni
el 30% de una valoración normal.




Juan pensó en abrirles la cabeza con un tocho, pero su mujer,
más lista que el, le convenció que los mandará a la m.. y a otra cosa.





Los tres timadores no salieron bien. El arquitecto sigue liándola,
pero se ha corrido la voz. Tendrá que irse a timar a otro lado. La aparejadora “trabajillos”
tiene algún problema para cobrar su parte del constructor, que se ha preferido
que otra, le haga los “trabajillos”. El constructor esta volviéndose para su
casa.





Pero Juan tiene la casa sin terminar y ha perdido la
ilusión y la pasta.





A veces la vida es triste.





Si alguno conoce otros casos es para colaborar y contarlos . Si no los conoce es para que no te pase.



Aloha

Maruecos es grande y ....

Tu sabiduria es profunda.

Aloha

¿que dice? Creo que como en todos sitios hay profecionales nangantes. Y si seguimos liandolo, no creo que los Promotores estén libre de culpa, los pobre que durante dies años, nos han subido los precio mas del triple, ahorrandose de aquí y de allí, hasta en las licencias......

Si, pero el robar, coger comisiones y estar compinchada con el constructor no es normal. Algol la aguanto durante mucho tiempo. El problema es que algol no pregunto a los anteriores jefes (construcciiones cabrilanz,,....)

vamos una esperpento.

dios los cria y ellos se juntan

no creo que ALGOL sea una empresa principiante, haria sus averiguaciones antes de contratar, seguro que sabia a quien contrataba... pero ahora quien lo paga, los que compran

Esa estería bien en algún ayuntamiento. Así estaría entre los de su especie. A robar al ayuntamiento, que es más fácil ¡¡¡¡

Esto es un cuento de ficción. (de la vida real, eso si)

Me sé uno de una pantera.

Pero eso es otra historia.

Aloha